martes, 14 de julio de 2009

El Liderazgo Como Competencia



El Liderazgo Como Competencia

En todos los equipos de trabajo se producen cambios debido a las distintas fases de desarrollo por las que atraviesan los miembros del grupo. Por ello, el estilo de liderazgo más eficaz es aquel que se adapta a los colaboradores en cada situación, es decir, ejerce un liderazgo adecuado a las necesidades del equipo.
La ventaja del líder nace de las sinergias que nacen dentro de su propia empresa, por ello debe procurar ampliar su radio de acción a nuevos mercados relacionados con su actividad, alejándose poco a poco del área inicial de la casa matriz, bien por la introducción de nuevos productos y servicios, bien mediante la compra de pequeñas empresas con actividades novedosas en el mercado. Quien siga de cerca el crecimiento de Google, verá como a poco se aleja de su inicial posición de buscador y comienza a generar negocio de las sinergias cruzadas entre los nuevos nichos. El líder, si bien puede mandar en mercados muy especializados, su vocación debe ser actuar en todos los nichos, siendo el liderazgo en un área especializada, más la consecuencia natural de su propio tamaño que el efecto de concentrar su área de actuación.
En el liderazgo basado en la credibilidad intervienen factores claves como: la comunicación interpersonal efectiva, el cumplimiento de promesas, la delegación de responsabilidades, la motivación, la valoración de la creatividad y esfuerzo personal, la valoración del trabajo en equipo y la veracidad como paradigma de comportamiento del líder.
La presencia de estos atributos en un líder contribuirá al logro de una comunicación organizacional eficaz ascendente y descendente, pues estará cimentada en una relación de líderes y subordinados, óptima desde el punto de vista de la fluidez de los mensajes emanados de cada uno de estos actores.
De ello afirmo que el liderazgo es una competencia que incrementa el desempeño y amplía las posibilidades de éxito en el trabajo.
El éxito exige un conocimiento intuitivo o adquirido sobre cómo dirigir exactamente a las personas, cómo obrar a través de ellas, cómo motivarlas y capacitarlas. La influencia es parte medular del liderazgo. Los líderes eficaces saben cuándo guiar y cuándo seguir; por ello, con frecuencia estos y los subordinados intercambian papeles en el proceso de influencia. Por otra parte, influir y establecer objetivos son temas indisolubles del cambio.
Entre las conductas que desarrolla un líder para favorecer el éxito organizacional están principalmente: la confianza (logra que sus colaboradores sean capaces de confiar en él y, además, en ellos mismos); la integridad, que se relaciona fundamentalmente con la honestidad y responsabilidad que demuestra el líder en sus actos y, muy especialmente, la credibilidad.
Es necesario hacer una referencia al ámbito de la INTELIGENCIA EMOCIONAL tomando en cuenta que el liderazgo debe poseer competencias para conducir a las personas de su equipo a un desempeño efectivo, desarrollando en ellas, las actitudes de proactividad y responsabilidad personal, colaboración e impecabilidad en el cumplimiento de compromisos, aprendizaje permanente y motivación. Asimismo el liderazgo debe poseer competencias para superar los estados de animo de rigidez, agobio y resignación que generan los procesos de cambio.
"Para que una empresa sea considerada orientada hacia la comunicación, no necesita contar –necesariamente- con la última tecnología de la comunicación: solo requiere que todo gerente se pregunte, quién necesita qué información, dónde y cuándo". Es decir, que todo el mundo esté bien informado, que los jefes no se "guarden información en el bolsillo trasero"
El líder de equipo debe comprender que la capacidad de acción y bienestar de su equipo es, finalmente, reflejo de su estilo de conducción, por lo que requiere competencias para observar y modificar aquellas prácticas que generan inefectividad y sufrimiento en su equipo de trabajo. Del mismo modo debe poseer las competencias para observar y superar las limitaciones que presentan las personas de su equipo de trabajo para desarrollar actitudes de protagonismo, colaboración y aprendizaje.

El rol de un líder efectivo será impulsar el trabajo en equipo en las diversas áreas de la organización, pues de esa forma logrará fortalecer la comunicación interna y externa e impedir o derribar las barreras existentes para una comunicación exitosa. En tal sentido, se considera una competencia clave.
El líder en los equipos de trabajo, más que ese jefe tradicional, se eleva como el portavoz o representante de los intereses que debe perseguir o conseguir el equipo.
De este modo, debe asumir y facilitar la tarea y los medios que van a necesitar para lograr su consecución.
La figura del líder al servicio del equipo también debe entenderse como ese vigilante, ese ojo que guía y permite la autogeneración, transformación para que los miembros alcancen los niveles superiores de competencia a través del alineamiento lo cual direccionará a la empresa a crear un mayor índice de competitividad ante los diferentes elementos que impidan el liderazgo total en un determinado rubro como Empresa.
Todo esto es posible cuando, además, estamos en el lugar justo en el momento oportuno.
Cuántos de nosotros conocemos líderes que no tienen ni el 50 % de estas características y, sin embargo, son altos dirigentes empresariales.
Formarnos, buscar de manera permanente aumentar nuestros conocimientos, tener capacidad para la comunicación y para saber ponerse en el lugar del otro, ocuparnos de los colaboradores para que, también ellos se desarrollen, ser estables emocionalmente, todo es más que fundamental y esta en nuestras manos hacer de nuestra organización una gran estructura organizacional con alto nivel de Competencia.